domingo, 22 de enero de 2012

Políticas demográficas.(Malthus)


Políticas demográficas son aquellas que los dirigentes de los diferentes estados determinan con la finalidad de controlar de algún modo la distribución y crecimiento de la población de una determinada zona.

Las doctrinas principales acerca de como tomarse el evidente crecimiento demográfico coinciden con uno de los rasgos de la personalidad de las personas que más observamos en nuestro entorno inmediato, es decir; pesimistas y optimistas.

Podríamos llamar optimistas a aquellos que consideran que el incremento de la población es fundamentalmente algo positivo, beneficioso, tanto para la economía como para la sociedad. Es decir, incrementar el número de efectivos es una garantía de fuerza de trabajo y prosperidad para una nación, aumentando su poder político, económico y militar.

Los pesimistas, por el contrario, consideran este crecimiento como una amenaza, un problema que nos conduciría al agotamiento de los recursos existentes y con ello reduciendo la calidad de vida.

Voy a hablar pues aquí del pesimista que más llamó la atención de los estudiosos del tema. Se trata de Thomas R. Malthus.


Malthus era un pastor anglicano que vivió entre el 1766 y 1834 en Inglaterra. Es considerado de los primeros demógrafos. Su visión acerca del crecimiento de la población  rozaba más que el pesimismo, lo apocalíptico, es más, a la profecía acerca del futuro de Inglaterra (profecía que no llegó a cumplirse) se la conoce con el nombre de "Catástrofe Malthusiana".
Este caballero señaló que la población, por si sola, se iba doblando cada 25 años en progresión geométrica, mientras que los medios de subsistencia como mucho aumentarían en progresión aritmética, provocando un evidente desequilibrio entre los efectivos humanos y  la disponibilidad de recursos. Esta previsión fue anterior a un factor importantísimo: la revolución industrial.
Sin embargo, ante tal nefasta perspectiva del mundo del mañana, el aquí mencionado pastor solo veía tres salidas posibles que frenarían este trágico final. Estas eran, ni más ni menos que:

1º. - Regulación de la población mediante la miseria. Las guerras, las catástrofes naturales y el hambre eran para el ( y tan a gusto se quedó al decirlo) una forma de controlar la cantidad de personitas que caminan de un lado para otro sin nada mejor que hacer que caerse muertos para que los demás coman bien.

2º. - El vicio. Si, si, el vicio. Según Tomasín somos tan guarros que nos liaríamos a hacernos pajas, practicar sexo anal y oral y a pegarnos las fiesta padre en lugar de entregarnos al matrimonio santo en el que formáramos una familia como dios manda. Esto conduciría a la reducción de la natalidad.

3º - La abstinencia. Como buen hombre religioso invitaba a que nos guardásemos nuestras partes en el pantalón de forma voluntaria, por el bien de la especie humana. Esta era la postura que más defendía. Evidentemente Malthus era un hombre de fe, de muchísima fe, para creer enserio que la gente optaría por este camino.

Este señor, entre otras cosas, criticaba duramente cualquier tipo de ayuda a los pobres y las clases más bajas, pues consideraba que sin tener suficientes recursos para mantener a una descendencia era mejor abandonar a esta gente a su mísero destino. De lo contrario se estaría precipitando la llegada de su terrible profecía.

Pues bien. Desde que este personaje entró en escena tal ha sido su influencia que a las ideas pesimistas se las conoce como Malthusianas o Neo-malthusianas (de las que hablaré más adelante) y a las optimistas como Antimalthusianas.

Las medidas mencionadas anteriormente fueron fuertemente criticadas por los planteamientos marxistas, que  propusieron medidas sociales y políticas para combatir la pobreza basadas en la organización social para un reparto justo de la riqueza que evitase desequilibrios entre personas y recursos, acusando a Malthus de defender los intereses de la burguesía en detrimento de la clase trabajadora. Es decir, criticaba que fuesen los más desfavorecidos los que debiesen dejar de reproducirse e incluso morir de hambre para que a los poderosos no les faltase nunca de nada. Sin embargo Malthus conocía la importancia de la clase trabajadora y era partidario de engrosar las clases medias.

Es importante mencionar que Thomas Malthus estaba abiertamente en contra de cualquier tipo de intervención del estado en los asuntos demográficos.

El Neo-malthusianismo por el contrario, propone una alternativa precisamente a favor del proletariado. Esta corriente surge durante la revolución industrial. Concibe al igual que el Malthusianismo que el crecimiento demográfico es un problema grave, pues considera que condena a la clase menos pudientes a la pobreza definitiva. Sin embargo estas teorías están impregnadas de connotaciones libertarias contrarias a la abstinencia o al control de la natalidad mediante las guerras y el hambre. En su lugar apuesta por la consciencia de la clase obrera, la liberación de la mujer, prácticas abortivas, la sexualidad no necesariamente enfocada a la reproducción y el uso de anticonceptivos (en sus manifestaciones más recientes.) En otras palabras, esta es una forma de pensamiento que considera que evitar el crecimiento poblacional excesivo de las clases más bajas evitaría que quedasen estancados en ese estrato social.


Estas doctrinas, tanto optimistas como pesimistas, no son únicamente ideas inocentes reflejadas en libros o en la cabeza de alguno. Estas corrientes de pensamiento nos han afectado mucho más de lo que la gente hoy sabe y han sido utilizadas como armas políticas e ideológicas a lo largo de la historia.
Los estados totalitarios y las doctrinas católicas han fomentado el crecimiento para ganar poder y extender sus ideas, otros estados se han visto desbordados y han tenido que aplicar fuertes medidas antinatalistas.....

Muchas veces atribuimos a causas ideológicas determinadas leyes o medidas estatales, en las que creemos que se nos dan o se nos recortan ciertas libertades. Fomento o no de los anticonceptivos, permisividad o restricción en el aborto, facilidades en hipotecas a parejas jóvenes o no..... En cualquier caso resulta ingenuo pensar que estas políticas están únicamente vinculadas a factores relacionados con las libertades individuales y no considerar la posibilidad de que de un modo u otro solo proponen tales medidas con fines puramente demográficos, atendiendo siempre a sus propios intereses, claro.

Pensadlo.















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